Cuando se pierde un diente, es muy importante su reposición lo más pronto posible, ya que los dientes vecinos y antagonistas intentarán ocupar su espacio y el hueso dónde dicho diente se encontraba comenzará a disminuirse o reabsorberse, tanto en altura como en espesor. Una de las formas y la más económica de reponerlo es por medio de una prótesis dental removible. Hay otras como las prótesis fijas y los implantes, de las cuales hablaremos posteriormente. Cada caso es individual y tu
odontólogo te ayudará a tomar la mejor decisión. Gracias a las nuevas tecnologías y materiales las prótesis removibles pueden parecer más naturales y hacer que te sientas más cómodo. El primer día se hará la toma de medidas para enviarla al laboratorio y es posible que sea necesario hacer varias pruebas hasta la colocación de la prótesis definitiva y su completo ajuste en boca. Pueden ser totalmente acrílicas o con una estructura metálica, la cual le confiere una mayor resistencia, dependiendo del uso para lo que se requiera. Van desde un diente hasta la dentadura completa
superior y/o inferior. A veces tarda un poco adaptarse a la misma, pero es cuestión de costumbre. Es importante tomar en consideración que usualmente los pacientes suelen usar dichas prótesis de forma indefinida, sin saber que esto puede traer problemas tanto a los dientes restantes como a las encías. Por lo que será necesario retirarlas de la boca al menos durante la noche al acostarse y limpiarlas con
un cepillo para garantizar su correcta higiene y mantenimiento.
