Un implante dental es como un taco de titanio que se coloca a manera de raíz dentro de la encía, para luego colocarle la corona que viene a ser la parte blanca del diente que vemos. Se utiliza para suplantar uno o más dientes que se hayan perdido en la boca. Es la forma más innovadora de hacerlo. Una de sus principales ventajas es que, su aspecto final, viene a ser como un diente natural. Para su colocación hay que tomar en consideración varios aspectos: Si existen o no dientes remanentes, espesor y altura de hueso, dientes vecinos y antagonistas, correctos hábitos de higiene, entre otros. Si en el sitio a colocarse el implante hay otro diente y/o ha tenido infección, el cirujano podrá valorar si puede sacar el diente y colocar el implante el mismo día o si hay que esperar aproximadamente 3 meses a que el espacio que ha dejado la raíz del mismo cicatrice. De igual forma si la encía está muy inflamada, habrá que realizar un tratamiento periodontal o limpieza profunda. Si el implante ha de ser colocado en el maxilar superior, habrá que determinar el espacio que existe con los senos paranasales. En caso de que no exista el suficiente espesor habrá que hacer un procedimiento sencillo de elevación de senos paranasales podrá ser atraumática (es decir, que se hace en el mismo momento de la colocación del implante a través del mismo orificio) o traumática y esperar a que esto cicatrice durante 6 meses como mínimo. En la mandíbula o arcada inferior, hay que tomar en consideración la relación con el nervio dentario inferior. Para ambos casos, nos apoyaremos con estudios radiológicos. Luego, se colocará el o los implantes necesarios y se esperará alrededor de 4 meses para finalmente colocar la corona final. Este proceso se iniciará con una toma de impresión y luego varias pruebas hasta su colocación definitiva. El criterio final para llevar a cabo y lograr el éxito en esta cirugía y los diferentes pasos a realizar dependerá en un 100% del grado de experiencia del implantólogo y de las condiciones de salud y calidad de vida de cada paciente. Es importantísimo entender que aunque es un implante dental requiere mantener unas excelentes y constantes técnicas de higiene, porque igualmente siguen existiendo bacterias en boca que pueden hacer de las suyas si dejamos acumular restos de alimentos en la encía y podrán afectar la estabilidad del implante como si fuera un diente propio.
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