Un TAC o Tomografía Axial Computarizada, es un estudio radiográfico en 3 dimensiones, que permite observar las estructuras del cuerpo en largo, ancho y profundidad, por capas y de una forma dinámica no estática (como lo es en una radiografía normal). A nivel bucal, es de mucha utilidad para una infinidad de procedimientos y tratamientos, sobre todo en el área de la cirugía, implantología, ortodoncia y en el diagnóstico de patologías como el cáncer. Permite al odontólogo tener una visión más detallada y específica sobre la posición de los dientes debajo de la encía, condiciones y profundidad del hueso de ambas arcadas (maxilar y mandibular), ubicación exacta de estructuras como nervios, senos maxilares y fosas nasales. Esto facilita la planificación, ejecución y éxito de cualquier procedimiento. En el caso de los implantes, es una herramienta fundamental, pues permite evaluar con mayor destreza si pueden ser o no colocados en el hueso y qué medida debería colocarse. Así mismo, en el caso de las cirugías de dientes incluidos, favorece saber su ubicación exacta para evitar errores. El TAC dental puede ser: maxilar, mandibular o sectorial (si se desea hacer solo un segmento de alguna de las arcadas).
